El pasado 31 de diciembre, 800 Compañer@s de la planta de Volkswagen de Anchieta en Sao Bernardo do Campo, recibieron la carta de despido de la Dirección de la planta, con la excusa de mejorar la competitividad de la planta, debido a que Brasil vive en un “escenario de retracción de la industria automovilística”.Con esta medida, la empresa se saltó lo acordado en 2012, y vigente hasta 2016, de no despedir personal de manera unilateral.Como protesta ante los despidos, l@s más de 13000 trabajador@s de la planta, convocados por el sindicato Metalúrgicos, decidieros el pasado día 6 de enero, en Asambleas multitudinarias, el inicio de una huelga, decisión ésta, ratificada en una posterior Asamblea al día siguiente, acordando además, que la huelga sería indefinida.
En la imagen - Movilización de l@s trabajador@s de Anchieta en Sao Bernardo do Campo
La huelga de l@s compañer@s de Volkswagen contó con el apoyo de l@s trabajador@s de Mercedes, planta donde también hubo 244 despidos y que realizaron un paro de 24 horas, y de l@s de Ford, que participaron activamente en las movilizaciones llevadas a cabo durante los días de huelga.Después de una semana de huelga, la Dirección solicitó negociar con l@s trabajador@s. Tras llegar a un acuerdo con la Dirección, el sindicato Metalúrgicos convocó el día 16 una nueva Asamblea, en la que l@s trabajador@s aprobaron por unanimidad dicho acuerdo, poniendo fin a la huelga, y consiguiendo la revocación de los despidos, y por tanto la vuelta al trabajo de l@s 800 compañer@s despedid@s.Esta es una clara muestra de lo que se puede conseguir con un modelo sindical basado en la información veraz a l@s trabajador@s y la participación de ést@s en los procesoso de negociación. Un modelo sindical que CGT viene practicando desde sus comienzos en Volkswagen Navarra S.A., que marca la diferencia frente a otros modelos sindicales basados en una supuesta cogestión, y que en realidad son un zoco de chanchulleo donde conseguir prebendas, sembrando el miedo para someter a la plantilla.Un miedo que genera cada vez más sumisión, y de ésta a la esclavitud solamente hay un paso. Pero eso sí, a ningún esclavo de ha faltado jamás el trabajo. Esta es su forma de garantizarnos el empleo.
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